lunes, 28 de marzo de 2016

GREGORIO SANTOS Y LAS ELECCIONES

Por: Laly Tuesta

Las elecciones generales y del parlamento andino son el 10 de Abril, faltan pocos días y se presentan oscuras, donde todo puede pasar, donde es toda vez muy complicado animarse a realizar un análisis político, con una certeza próxima.

Un dato aproximado de referencia que bien nos puede conducir a una reflexión y tratar de entender la dinámica de este proceso, es el proceso del 8 de abril de 1990, en el Perú, con condiciones similares; como la lucha sin argumentos, eliminación secuencial de candidatos, cambios en las reglas de juego, etc. Una polarización evidente entre la hija de Alberto Fujimori, presidente durante poco mas de 10 años, una época nefasta para los movimientos sociales y sindicatos y por otro lado; una candidata fresca por un Frente amplio (FA) que se reclama de izquierda, pero representa a esa izquierda denominada caviar, con fuerte presencia de militancia de la ex alcaldesa de Lima Susana Villaran y del actual gobierno de Ollanta Humala. Ambas candidatas mas que diferencias, se presentan con similitudes, las dos cuestionadas por casos de corrupción, sin defender un programa, su aporte político se basa sólo en la campaña y su estética, con planes de gobierno estériles y sin bases sociales sólidas.

El FA LLAMA A LA UNIDAD

Podemos interpretarlo como un llamado a votar por Verónika Mendoza. Pero, olvidan nuestros compañeros la magnitud de esa palabra, lo que nos da entender que podemos entrampar el debate, por que no se comprende bien ese termino. Sin embargo no podemos cuestionarlos, por como pueden entender o no un llamado a la Unidad. Nosotros sin embargo vemos que no puede existir ni unidad ni voto por Verónika Mendoza, bajo las condiciones que se presenta este proceso. Por que el FA no defiende un programa de izquierda, se entrampa por propia voluntad en cuestiones laxos, ademas de existir una terrible, irresponsabilidad por presentar a una candidata, que no puede dirigir su propio frente amplio.

¿ENTONCES QUE CAMINO TOMAR?

En días pasado publicamos el llamado a fortalecer la candidatura de GREGORIO SANTOS (Goyo), pues vemos condiciones y un programa de izquierda. Santos se encuentra en prisión pero sólo hace unos días se le formulo la denuncia, por mandato del juez, en una situación que no presta condiciones de claridad en los hechos. Esta denunciado por cohecho pasivo, asociación ilícita y colusión en agravio del estado, y este 29 de Marzo la Corte suprema definirá la salida o no de prisión del Goyo, debido a que se solicitó; se delimite el plazo razonable de la investigación en su contra.

Santos es militante del Partido Comunista Patria Roja, y dirigente del Movimiento de Afirmación Social (MAS) y para estas elecciones se presenta invitado con Democracia Directa de Andrés Alcantara.

NUESTRO LLAMADO

Nosotros hacemos el llamado a cerrar filas por la victoria del Goyo. Así Goyo pueda estar sentenciado, esto no es cosa de ganar unas elecciones, aquí se juega mucho más. Las elecciones duran poco, quien gane, estará en el gobierno por sólo 5 años, al final va gobernar quienes tienen el poder económico en nuestro país. Nosotros representamos otra lucha, al margen de las elecciones, nosotros vamos por mucho más. Nosotros, queremos un país para nosotros, con libertad, con salud, con educación, con servicios a todos y todas, ese país que durante años estamos reclamando. 

Goyo es una parte de esa lucha, su honestidad, su coraje y su camino recorrido, nos da muestra que él es quien debe dirigir este momento de lucha. Por primera vez y en muchos años, la izquierda, puede presentarse a nivel nacional con una candidatura y eso asusta a muchos. Somos la izquierda que siempre esta luchando pero nunca pudimos como hoy pelearle el gobierno al poder económico. Por eso nosotros siempre cerramos un discurso, con; ¡hasta la victoria siempre! ¡Kamaradas!.


miércoles, 16 de marzo de 2016

sábado, 12 de marzo de 2016

martes, 1 de marzo de 2016

CON RESPECTO AL FRENTE AMPLIO 

Autor: Fernando Flores 

Diversos artículos leídos en columnas de algunos lúcidos amigos del Frente Amplio (FA) hacen necesaria nuestra crítica frente a este proceso. Primero señalar que hace muchos años no tenemos un partido de izquierda a nivel nacional que haya gobernado o mínimamente participe en elecciones a nivel nacional con la fuerza que tienen los partidos tradicionales.

¿El FA es de izquierda? 

Al igual que un vector necesita para existir un módulo, una dirección y sentido, un partido también los necesita para definir su existencia en el espacio. Una organización que aparece por el momento agrupando a otras organizaciones y partidos que dicen ser de izquierda, pero compuestos en sus bases por lo que se recicla del actual Partido de gobierno, dejando casi sólo a Urresti y al PNP, cuya longitud llega a un universo con la mezcla de todo, y su dirección apunta como su sentido a la derecha. Pero eso no tiene nada de malo, porque al final de cuentas es un frente muy amplio que se compone de todo lo que pueda sumar.

¿Entonces si no es de izquierda que es el FA? 

No es otra que un frente amplismo, ingenuo y sobre todo pequeño burgués, escondido bajo consignas izquierdistas y medio ambientalistas, sin dejar de lado su defensa pequeño burguesa de los animales. Es útil pues analizar su lógica revolucionaria pequeño burguesa, para no cometer el error de marketear a un nuevo Ollanta con rostro femenino.

 Nuestros izquierdistas de la redes y de muchos colectivos no comprenden el carácter del momento y tampoco reconocen la necesidad de fortalecer a las masas trabajadoras para hacerle frente al marketing del capital, ignoran por propia voluntad la correlación de fuerzas.

 El FA evidencia sus inexactitudes en la elección de sus candidatos al congreso, dejando de lado a dirigentes y representantes de las movilizaciones, haciendo de esta manera ver sus pocas intenciones de unir para ganar estas elecciones. Sin embargo la táctica empleada por Democracia Directa (DD) parece más acertada, al elegir a Gregorio Santos como su candidato presidencial y convocar sin mucho ruido a representantes de masas en el interior del país, para tener de su lado un caudal, que al final de cuentas llega a ser el voto escondido, que se echa abajo todo cálculo político con errores.

 Este documento lo plasmo debido a que en repetidas ocasiones leía a algunos intelectuales en los diarios que promocionan a Verónika Mendoza y al FA, con una majestuosidad bohemia, publicar casi a diario la necesidad de apoyar al FA porque es de izquierda, olvidándose de la necesidad de equilibrar la balanza de la economía hacia la izquierda, para sobrellevar los duros momentos que se nos vienen.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Militante 210: Mienten TEPJF, IFE, PRIAN

Escrito por: Comité de redacción

Sin lugar a duda un hecho de especial relevancia para la lucha de clases en México ha sido la determinación del Régimen por imponer a Enrique Peña Nieto (EPN) y al PRI en la silla presidencial, tal como sucedió el pasado 30 de agosto cuando el TEPJF avaló el fraude electoral del 1 de julio. Pocos días después, el 1 de septiembre, Calderón enviaría a la Cámara de diputados el texto de su IV y último informe de gobierno a través del secretario de gobernación, Alejandro Poiré, y en el que el panista describiría un México de fantasía con cientos de supuestos avances que en realidad son simplemente imperceptibles para los millones de pobres y desempleados de este país.
La actitud de las autoridades electorales y del propio Calderón describe con facilidad la enorme arrogancia del Régimen y su desprecio por la clase trabajadora, así como su marcada intención de continuar sin un milímetro de desvío exactamente por la mima senda de explotación y empobrecimiento de las mayorías para profundizar la obscena concentración de riquezas en un puñado de parásitos banqueros y los empresarios.
Un hecho que también es afín a ambos actos de arrogancia por parte del Régimen, es el de que durante esos días tanto el TEPJF como la Cámara de diputados fueron transformados en genuinos bunkers impenetrables rodeados de miles de soldados y policías federales; además EPN se vio forzado a llegar el día 31 al TEPJF en helicóptero para el ritual de la entrega de su constancia que lo acredita como presidente electo, mientras que Calderón de plano desistió en presentarse personalmente a la Cámara de diputados el 1 de septiembre. El accionar de ambos personajes, y las extremas medidas de seguridad en torno a ellos, ilustran nítidamente de que tamaño son los miedos de la clase dominante hacia el potencial de reacción de los trabajadores.
Ambos fenómenos, la determinación del Régimen para imponer a toda costa a EPN contrastada con sus temores relejados a través de las medidas extremas de seguridad impuestas sobre el TEPJF y la Cámara de diputados, hablan por sí mismo del serio nivel de polarización social que se vive en nuestro país; en realidad, mirada de forma más detenida esa contradicción, dichos eventos son un augurio de la magnitud que en el futuro adquirirán los enfrentamientos entre burgueses y proletarios.
Es por ello que los trabajadores debemos prepararnos para la clase de luchas que se avecinan y una tarea a resolver es la del tipo de política que la dirección del movimiento de masas debe impulsar ante los nuevos retos que impone e impondrá la lucha de clases. Los marxistas estamos convencidos de aún hoy es posible revertir la imposición de EPN, que un llamado serio al conjunto de la clase trabajadora y del campesinado pobre para paralizar el país crearía una dinámica de lucha imparables que arrojaría como saldo el que el 1 de diciembre el ahora espurio presidente electo, no tomara el poder. Sin embargo el indicado para impulsar esa clase de lucha por su arrastre entre las masas, AMLO, no sólo no lo ha hecho sino que además semiparalizo al movimiento contra el fraude electoral, poniendo toda su apuesta en la vía legal con el resultado ya conocido. En esencia la más que limitada respuesta de AMLO estuvo determinada por los compromisos con elementos de derecha dentro del movimiento de masas (con los Camacho Solís, con los Chuchos, con los Bartlett‎, con sectores de empresarios arruinados o en desamparo por el PRIANISMO, etcétera) con elementos de la pequeña burguesía intelectual, e incluso con el pacto de civilidad impulsado por el IFE bajo el patrocinio del Consejo Coordinador Empresarial y firmado por el candidato de izquierda juntos con su oponentes de los partidos de derecha.
Ese camino no es el que puede impedir que EPN jure como presidente de la república el 1 de diciembre ni el que podría frenar los ataques que promete un eventual nuevo gobierno del PRI. AMLO tiene que romper con toda esa clase de compromisos y confiar en el pueblo trabajador para basarse en sus organizaciones y sus tradiciones de lucha (la movilización seguida de paros y huelgas) para enfrentar a la derecha; la primer tarea de AMLO es unificar al movimiento de masas con un programa claro de lucha en el que se llame a derrocar a EPN en caso de que asuma la presidencia el 1 de diciembre y en el que se plantee la expropiación de los capitalistas.
No hay vías intermedias: o la clase trabajadora, pero en especial su dirección, actúa a la altura de las circunstancias o la burguesía termina imponiendo sus condiciones. En este número de Militante exponemos todo este análisis de forma mucho más desarrollada, convencidos de que la política y el programa de clase que defendemos los marxistas son las únicas herramientas capaces de ofrecer una alternativa en estos momentos cruciales de la lucha de clase en México.

Editorial
Páginas centrales
Nacional
Sindical
Juvenil
Internacional

Fecha: 13 de septiembre del 2012

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Militante, Voz marxista de los trabajadores y la juventud
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